Ciudadanos de los dos lados contribuyen al derribo del muro de Berlín.

Entre los años 1987-1990 el mundo vivió unos cambios trascendentales que vinieron a alterar las estructuras más profundas de las relaciones interiores y exteriores de muchos países.

Por un lado la perestroika de Mijail gorbachev de finales de 1986 condujo durante estos años al resquebrajamiento de los partidos comunistas de la Europa del Este y a una aproximación real de estos países a sus vecinos occidentales. La caída del Muro de Berlín fue el hecho más importante de los últimos 40 años.

Por otro lado, al final del 1990 parecía como si el antagonismo este-oeste se hubiese trasladado al norte-sur. Dos culturas como la musulmana y la cristinana colisionaron. La mecha encendida por la invasión de Kuwait por parte de Iraq en agosto de 1990 fue el punto de partida.

En España los cambios no fueron tan bruscos. La consolidación y normalización del sistema democrático fue la tónica predominante en nuestra vida diaria. No obstante, los españoles les tuvimos mucho interés por la economía, los banqueros y las relaciones sentimentales de la "jet". Saber lo que subíala bolsa o la inflación era preocupación cotidiana en la calle. El fenómeno Mario Conde fue la chispa desencadenante de un nuevo modo de tratar la información por parte de revistas españolas.

Finalmente, la década acabó con una noticia científica importante pero a la vez inquietante. Podía recurrirse a la manipulación genética en los humanos para corregir defectos congénitos graves. Pero... ¿dónde estaban los límites?.