Se introducen las tres leyes de Newton. Dichas leyes constituyen los pilares fundamentales en los que se asienta la mecánica clásica. Con ellas conociendo las condiciones iniciales podemos determinar en cualquier instante de tiempo la posición y la velocidad de un cuerpo. Se aplican en el mundo macroscópico. Se explican también los dos casos en que no se pueden utilizar: para velocidades cercanas a la de la luz y en el mundo del átomo. Para el primer caso se utiliza la teoría de la Relatividad especial y en el segundo la mecánica cuántica.
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