El conocimiento de las estructuras de muchas proteínas, así como la posibilidad de manipular el material genético de muchos organismos, ha dado lugar a la Ingeniería de Proteínas, un conjunto de técnicas que permiten alterar el gen que codifica una proteína para introducir cambios específicos en su composición y, por tanto, en su comportamiento. El empleo de dichas técnicas permite producir proteínas cuyo uso industrial sea más eficaz, así como estudiar su comportamiento en la célula.
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